Lamentablemente, Trump últimamente parece ser una pieza más del sistema corrupto occidental sionista, la Gran Babilonia. Le han permitido llegar al poder y le han dejado hacer algunos gestos en cuanto a la agenda wok, pero, tal vez, a condición de no tocar la parte esencial de la agenda de dominación mundial del Estado Profundo.
Lo de Elon Musk y la USAID se quedó en agua de borrajas, un verdadero bluf; lo de Tulsi Gabard, echada a las patas de los caballos por el mismo que la nombró, otro bluf; lo del Secretario del Tesoro Escott Bessent, abiertamente homosexual, otro bluf, pues el Señor sólo puede canalizar su bendición a través de vasos limpios; lo de la Fiscal General Pam Bondi y la lista de Epstein, otro bluf; lo de acabar con las guerras "al día siguiente" en Ucrania, con Pete Hegseth y Steven Wifkoff, bluf al cuadrado, por las negociaciones, o más bien, el teatro de las "negociaciones" con Irán, requetebluf.
Lo de Kash Patel por ahora sólo es un interrogante.
¿Cuándo tumbará la Bigpharma a Kennedy, el único que parece cumplir?
Como Trump siga por ese camino va a convertirse en un Biden 2.0. Nadie le cree ya, como al pastor mentiroso del cuento de "¡que viene el lobo!". Toda su credibilidad y la de EE. UU. están ahora en entredicho, incluso para los MAGA. Parece que sólo queda algo de cordura en Tucker Carlson, Steve Bannon y pocos más.
¡Dios nos libre!
Y, efectivamente, Él lo está haciendo ya. Era necesario que todo esto ocurriese para que la gente definitivamente deje de confiar en el hombre y, en arrepentimiento, vuelva sus ojos a Dios, el único capaz de tumbar al sionismo (2º Crónicas 7: 14). Y ya lo está haciendo con Irán-Persia y los nuevos Reyes del Oriente, Rusia y China. Luego, o la par, el anhelado derramamiento del Espíritu Santo limpiará la ciénaga, para que Babilonia no se pueda levantar nunca jamás. Porque no necesitamos cambios de gobiernos ni de leyes, sino cambio de los corazones.
Así ha dicho Yahweh: Maldito el varón que CONFÍA EN EL HOMBRE, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Yahweh. (Jeremías 17: 5)
Jerusalén será destruida para no ser reconstruida jamás, y con ella el falso Israel (que no es otra cosa que Judá mezclada con Edom), tal y como rezan las profecías de Jeremías e Isaías, y con ella el sionismo babilónico:
"El ataque israelí [a Irán] marcó el inicio de la guerra profetizada que resultará en la destrucción total de Jerusalén y el abandono de toda la tierra de Israel. Creo que estamos en la cuenta regresiva final. Jeremías 19: 10, 11 e Isaías 29: 1-6 se centran principalmente en la destrucción de Jerusalén, pero este intercambio de misiles es el preludio. No hay forma de saber con precisión cuánto durará este preludio, pero al ritmo actual de aceleración, puede que no dure mucho". (Dr. Stephen E. Jones)
(Ver post: https://josemariaarmesto.blogspot.com/2025/06/iran-responde-al-ataque-israeli-dr.html)
JOSÉ
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