Descripción:
Gary E. Sigler analiza algunos cambios que se experimentan cuando pasamos de Pentecostés a Tabernáculos. En el desierto de Pentecostés casi todo lo hacíamos en la carne, mientras que en Tabernáculos el Señor lo hace todo.
"Porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera" (1ª Juan 2: 8b).
... Dios lo creó a usted como un espíritu. ¿Recuerda la parábola de la cizaña y el trigo? Dios sembró algunas semillas preciosas en la tierra. Bien, ¿qué somos nosotros? Nosotros fuimos formados del polvo de la tierra, y Dios sembró algunas semillas preciosas en su tierra. Entonces vino el enemigo y sembró algunas cizañas. ¿Ve usted?
Nosotros siempre hemos tenido una visión exterior, y siempre hemos pensado que las cizañas representaban el mal, las terribles personas no salvas, y que nosotros éramos el trigo. Pero nosotros fuimos el campo, la tierra, en que Dios sembró su encantadora y preciosa semilla de su Espíritu. Entonces conjuntamente vino el enemigo con la vida adánica. Y así por muchos, muchos años, a través de generaciones y generaciones, el trigo y las cizañas han estado creciendo en esas tierras que somos nosotros. Hoy es el tiempo de la cosecha cuando las cizañas se recogerán en bultos y se quemarán. ¿Siente usted algún calor en estos días? Una analogía maravillosa de esto es cuando usted comprende que la espada encendida solo era para dejar afuera a Adán, la carne, la mente carnal, el hombre carnal. Y hoy de esta forma Dios está simplemente quitándonos el velo. ¡Relájese! Muchos, muchos cambios empiezan a tener lugar en su vida cuando usted empieza a entrar en Tabernáculos...
1-USTED ES ESPÍRITU.
2-SEMBRANDO Y SEGANDO
3-VIENDO CON LOS OJOS DE DIOS
4-GOBERNANDO Y REINANDO
5-LA ORACIÓN
6-ENFOQUE APROPIADO
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