Mi carrera en el Señor fue jalonada por tres trípodes direccionales o estratégicos. Fueron mis lumbreras a medio y largo plazo.
El primero de ellos estaba conformado por las siguientes palabras:
OBEDECE, ESPERA, GRADUALMENTE.
Para avanzar en mi carrera primero debía obedecer. Después esperar pacientemente el fruto de mi obediencia. Por último, se me advertía que ese fruto vendría gradualmente y no de golpe.
Si, queridos amigos, no hay otra forma de desarrollar el músculo de la paciencia y la perseverancia.
El segundo de los trípodes fue el siguiente:
SILENCIO, SOLEDAD Y SOSIEGO.
DIRECCIÓN, COMUNIÓN Y PRESENCIA.
Conocida la dirección (Isaías 30: 21) mediante el susurro apacible estaría enfocado, caminando a su lado por donde quiera que Él fuera, gozando de su comunión íntima (Salmos 25:14) y experimentando la sonrisa de su presencia (Génesis 17: 1), que es su gozo (2ª Corintios 8: 2).
Tal vez, solo tal tez, a usted también le puedan servir de guía mis trípodes.
Excelente. Un abrazo. Dios te bendiga amado.
ResponderEliminarExcelente. Un abrazo amado, Dios te bendiga.
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