MI EXPERIENCIA TRADUCIENDO LA OBRA DE STEPHEN JONES (Vacuna para la transición a Tabernáculos), José
(Revisado en JUN-2022)
Con la publicación de la novela “Las Lágrimas de mi Padre” el día 17 de agosto de 2017, terminamos la obra de traducción de todo lo publicado por el Dr. Stephen Jones, salvo que se nos haya olvidado algo. En lo sucesivo seguiremos traduciendo simplemente lo que vaya saliendo día a día y revisando los libros ya publicados.
Comenzamos el día 28 de marzo de 2014 con el libro “El Trigo y los Asnos de Pentecostés”, que con los 84 libros que le siguieron, hacen un total de 85. Esto habrá supuesto unos 1730 artículos o weblogs, tal vez unas 20.000 páginas y casi tres años y medio de trabajo, por un total de unas 3.000 a 4.000 horas de lectura-traducción.
Tradujimos también lo que ya estaba en español en la web de God's Kingdom Ministries, porque las traducciones nos parecieron que no eran suficientemente buenas, parecían más bien traducciones automáticas o poco más. Para el trabajo empleamos varios traductores en línea como Google y Bin y, a veces, El Mundo para las aclaraciones; y cuando esto no bastaba usábamos el buscador del navegador, que nos ofrecía los recursos de múltiples diccionarios, como Wordreference, Wikicristiano, Urban Dictionary, etc., que nos resultaron muy útiles para frases o expresiones modernas o difíciles de traducir. Usábamos como base Google y cuando la traducción no era satisfactoria casi siempre nos ayudaba Bin de Microsoft, si no el traductor del diario El Mundo y si no recurríamos al navegador; por supuesto, siempre orando que el Señor nos diera el sentido espiritual que quiso expresar a través del autor. Creemos que Él vino siempre en nuestra ayuda. Al principio no fue muy sencillo, pero según avanzó la tarea y aprendimos las palabras que los traductores siempre rendían mal, ya las corregíamos directamente.
La verdad es que a estas alturas traducir a Stephen Jones es bastante más fácil para nosotros, porque hemos llegado a conocerle en su forma de escribir y lenguaje. Ha sido una experiencia gratificante y hasta hemos aprendido algo de inglés, ¡pero seguimos anhelando el don de lenguas humanas y el don de interpretarlas para no tener que recurrir a los traductores para entenderle!
¿Cómo es posible que alguien que no sabe inglés, haya realizado semejante trabajo, sin ninguna otra motivación-remuneración que el servicio al Padre? Déjennos explicarnos.
Conociendo ya por unos años el mensaje de salir del mundo religioso-denominacional Babilónico, el Sistema de Iglesias, esperamos el momento del Señor para sacarnos de él, cosa que ocurrió a comienzos del año 2011.
Salimos por la puerta ancha, tras 11 años en un ministerio cristiano internacional, que nos franqueó el propio liderazgo con su apoyo; y salimos en nuestro mejor momento en tal organización. Como esto se realizó en la voluntad y el tiempo de Dios, no tuvimos síndrome religioso de abstinencia alguno, sino una sensación de libertad, alivio, expectación y algún cosquilleo en el estómago; pues salimos por fe, ya cincuentones, y sin ningún soporte financiero mobiliario o inmobiliario, salvo un trabajo temporal para tres meses y otro trabajo aún más precario, obteniendo ingresos menores que mileuristas y, en el caso de nuestro cónyuge, para cubrir una baja de enfermedad; es decir, que podría ser tan solo para unos días, pero que el Señor prolongó hasta los 6 meses.
Alquilamos una habitación en un apartamento compartido y así, hasta hoy, nos ha guardado y provisto el Señor; ¡quién ha ido mejorando nuestra situación económica gradualmente en las cinco mudanzas que hemos realizado en estos 6-7 años, siempre compartiendo apartamento!
Durante los primeros 3 años el Señor nos condujo a seguir el hilo de algunos autores como Martin Stendal, George Warnock, Clayton Sonmore (este hilo vino “casualmente” de Colombia a través de nuestro cónyuge), Charles Newbold, George Davis y Michael Clark, etc.
Pasada esta etapa, por “casualidad” y buscando más literatura de Bill Britton dimos con un escrito del doctor Stephen E. Jones (“El Jubileo”) del que un capítulo estaba escrito por Britton. Dado que no encontrábamos más literatura de Britton, la “casualidad” de nuevo nos movió a visitar la web de God's Kindom Ministries, particularmente la sección de libros en castellano, y empezamos a leer..., con mucho temor y temblor.
Leímos varias cosas y aunque había algunas “espinas” (para nosotros, en aquel entonces) mezcladas con mucha carne buena, proseguimos leyendo con constante oración al Padre para que no nos dejara ser desviados por falsas doctrinas.
Adentrándonos más y más pudimos identificarnos con muchas cosas, que confirmaban lo que habíamos aprendido en nuestra personal Escuela del Espíritu; por lo que a pesar de las “espinas que nos asustaban” pudimos continuar, siempre orando que el Señor nos guardara de desviarnos del camino recto.
También sabíamos que la fe tiene un componente de riesgo, porque crecer es cambiar y atreverse a cambiar requiere fe; y además éramos conscientes de que Dios es capaz de ayudarnos a discernir para poder entresacar lo precioso de lo vil, y para escudriñarlo todo y retener lo bueno.
Por tanto, proseguimos y avanzamos, apartando las espinas, lo que no entendíamos al momento o chocaba con nuestras viejas doctrinas, e ingiriendo la carne; tal como hacemos al comer un pescado, el cual no tiramos por causa de las espinas, sino que las apartamos e ingerimos el resto.
Fuimos convenciéndonos más y más de que esta tarea era nuestra comisión divina para ese tiempo y en todo momento nos sentimos capacitados, alentados, con frescura y disfrutando, a veces incluso con verdadera fruición; conscientes de que estábamos adentrándonos más en la Tierra Prometida para nosotros y para la Iglesia en esta Era y haciendo partícipe al pueblo hispano de muchas buenas noticias acerca del Reino.
También es cierto que en el último año estuvimos deseosos de concluir y poder comenzar el repaso de lo traducido para así poder entrar en una nueva etapa. Además, de todos es sabido, que Dios se sirve de lo necio para avergonzar a los sabios y de lo que no es para anular lo que es. Su gracia resalta mucho más cuando pinta sus obras de arte con pinceles defectuosos. Tal vez esa sea la razón principal de haber escogido para el trabajo de traducción a alguien desconocedor del inglés. Como ven, ¡el Señor tiene mucho humor!
A pesar de ese teórico hándicap, porque Dios nos había previamente capacitado para hacer el trabajo, la traducción realizada nos parece de un nivel aceptable incluso, teniendo en cuenta los errorcillos por causa de la premura, que creemos no impedirán su correcto entendimiento, aunque eso deberán juzgarlo ustedes. Un traductor profesional no creyente o un creyente sin la suficiente madurez, probablemente no hubieran podido hacerlo por falta de suficiente entendimiento espiritual. Diciendo esto no nos atribuimos madurez plena; digamos que nos consideramos maduros creciendo en madurez.
Al toparnos con tanta bendición, con tantas cosas espirituales profundas, se nos presentó el dilema, de proseguir leyendo o contenernos y volver atrás y releer para asentar y profundizar, pero el Señor pareció querer que siguiéramos avanzando, aun a pesar de nuestra preocupación al respecto; pues Él sabía que al ir leyendo libro tras libro muchas de las ideas serían corroboradas, asentadas y encarnadas y otras aclaradas y, que de todos modos, al final quedaría un importante poso, que más adelante se podría asentar y acrecentar aún más. Y así ha sido.
También nos dimos cuenta de que había algunos libros clave para poder entender el resto. Sin la base que proporcionaban esos libros sería muy difícil entender al autor y no sospechar de las muchas cosas raras y nuevas, desconocidas para nosotros. Especialmente nos referimos a La Lucha por el Derecho de Nacimiento (Primogenitura) y sobre todo a Secretos del Tiempo. Con el fundamento de éstos libros tuvimos un buen soporte para entender las “predicciones-aproximaciones-tentativas” del autor en cuanto a las fechas de vigilancia-observación y los ciclos proféticos.
Estos libros los releímos, revisamos y corregimos, lo que fue de gran utilidad. También los estudios de Apocalipsis y de la Historia de la Iglesia, por su carácter general o básico, ayudan a contextualizar todo lo demás, actuando como los bordes o marco del puzle que ayudan a encajar el resto de las piezas. Recomendamos al lector seguir las instrucciones y el orden de estudio que el propio autor recomienda a la hora de enfrentarse a su obra: https://gods-kingdom-ministries.net/start-here/.
Nos chocaron algunas cosas de Jones. Particularmente el modo en que él "lee" las noticias. Por ejemplo, usar el nombre de un caballo de carreras, la muerte de una estrella del deporte o cosas similares, para discernir y confirmar asuntos proféticos; pero creímos que Dios puede usar perfectamente esas cosas y que se comunica con cada cual como Él quiere. Las muchas veces en que los vaticinios de las fechas reloj o de vigilancia fallaban nos desanimaban y confundían; hasta que más adelante entendimos que solamente se trataba aproximaciones, tentativas o posibilidades y no de profecías.
Nos asombraban, como si de una novela de Indiana Jones (nunca mejor dicho, jajaja) se tratara, las historias que cuenta sobre los sabios chinos de la Sociedad del Dragón y el oro y otros asuntos que parecían sacados del mundo de la Conspiración, pero de esa mala o desinformativa, porque paradójicamente la mayoría de las llamadas Teorías de la Conspiración por los medios oficialistas son ciertas. Su opinión y/o relación con líderes cristianos como Rick Joyner (caballero de la Cruz de Malta) o el predicador con caché de jet Myles Munroe, que no nos ha querido explicar, quedan como parte de nuestros interrogantes; aunque sabemos que todos podemos empezar bien y desviarnos en algún punto del camino.
También nos entristeció su opinión sobre la fiestas y hábitos paganos de la Navidad y la gentil explicación que nos ofreció en su día no nos pareció suficientemente convincente; tal vez nos falte más madurez o experiencia.
Y nos chocaron y nos chocan las formas en que realizan la Guerra Espiritual y los Decretos y Actos Proféticos, materia en la que nosotros somos aún muy legos, aunque entendemos que ciertamente el Señor usa a sus portavoces, preparados y autorizados, para tales menesteres. Sabemos y hemos notado que el Señor toma nuestros espíritus para la guerra espiritual, pero nunca hemos participado de forma consciente en ella.
Así mismo, el recurso al Tribunal Divino como la manera más sencilla, fácil y cómoda de combatir, nos resultó fácil de asimilar, pues lo conocíamos hace muchos años por Rebecca Brown y tras hacerlo acudimos a una cita ante tal Tribunal, que resolvió nuestra demanda, pero con un costo importante que Satanás demandó, y el Señor concedió en justicia, antes de soltar cierto asunto en nuestra vida-ministerio que él estaba reteniendo.
También porque tras cruzar el Jordán entendimos que lo mejor es dejar que Dios sea soberano y haga como quiera, aceptando lo que el trae a nuestras vidas y estando en armonía con lo que Él hace en lugar de orar contra las circunstancias que no le gustan a nuestra carne. ¡En eso estriba el contentamiento, corona de la piedad!
Por supuesto, hay cosas que no compartimos, al menos no de momento, pero no nos atrevemos a juzgar a quien va mucho más avanzado en el camino que nosotros.
También hemos tenido que bregar con las críticas de personas que nos malinterpretaban y acusaban de tener por cabeza a Stephen Jones o de estar a su servicio y no al del Señor; personas, que por indoctos e inconstantes o por simple ceguera o idolatría de corazón, torcían y/o resistían las cosas que no entendían, o que su inmadurez o falta de rendición total al Señor les impedían recibir; también por no tomarse la molestia de conocer al autor en profundidad y juzgar temerariamente el todo a través de unas pocas briznas; personas éstas, que aún siguen vagando en el Desierto Pentecostal, incapaces de recibir la mayor luz de Tabernáculos.
Podemos resumir diciendo, que unas pocas “espinas” que no entendimos y/o compartimos y otros pormenores no nos han podido disuadir de aprovechar tantísima bendición y ensancharnos en nuestros espíritus.
Mientras avanzábamos y avanzábamos, íbamos corroborando algunas cosas que el Señor ya nos había mostrado en nuestra escuela personal, como salir del sistema denominacional, el engaño del sionismo, el mal reclamo-empleo del diezmo, la entrada al Reposo de Dios-Tabernáculos, el Último Gran Avivamiento, etc.
También topábamos con cosas nuevas que tuvimos que ir asimilando, a medida que el Señor nos mostraba algunos ídolos en nuestro corazón que tenían que ser derribados, como las falsas y erradas doctrinas que aprendimos en el Sistema de Iglesia Babilónico. Entre éstas, las erróneas doctrinas tradicionales sobre el Rapto, el Divorcio y Nuevo Matrimonio (la postura de Stephen con respecto a esto pudimos recibirla con facilidad basados a lo que Dios hizo con nosotros en nuestra propia experiencia, ¡a fin de cuentas tenemos un Dios divorciado!), el Infierno Eterno, la Salvación solo para unos pocos, la Visión Futurista del Apocalipsis, el Estado actual llamado “Israel”, el Sionismo como cumplimiento de las profecías de Israel y no de Esaú, etc. … Y cosas nunca oídas como el Gran Jubileo de la Creación; los Ciclos de Tiempo Maldito, Tiempo Bendito y Tiempo Juzgado; la semana Setenta de Daniel ya cumplida; el Universalismo o Salvación Final de Todos, lo cual no eliminará el castigo transformante; la resurrección en domingo y no en tres días literales; la Restauración de Todas las Cosas, (que nos fue muy fácil de recibir debido a nuestra propia revelación en “Finisterre al Borde del Jordán”); la diferencia entre la Ley y los Pactos; el verdadero significado de los que es ”estar bajo la Ley”; las interpretaciones literal, espiritual y profética de la Ley; la maravillosa interpretación de la Ley en el Comentario de Deuteronomio; la diferencia entre los Pactos del Sinaí y de Moab; la coincidencia del Nuevo Pacto con el Segundo Pacto en Moab; los Matrimonios tipo Agar y tipo Sara, la futura y definitiva destrucción de Jerusalén a tenor de las profecías de Jeremías; la razón por la que Jesús tuvo que morir basado en la Ley de la Responsabilidad; el significado de Misterio Babilonia; que no estemos por comenzar con los sellos, trompetas y copas del Apocalipsis, sino asistiendo a la Caída de Misterio Babilonia de Apocalipsis 18; los actuales Reyes del Oriente (Rusia y China), etc. etc....
Por el camino se presentaron cosas que todavía el Señor no nos ha confirmado. Algunas le preguntamos al autor y no nos las contestó; suponemos que por exceso de trabajo, o por querer probarnos, o por querer enseñarnos a no buscar respuestas fáciles antes del tiempo del Señor o por que ha de ser el Señor quien nos las desvele en su tiempo. Sí, en cambio, nos contestó deferente y gentilmente a otras.
Pero debido a que nos hemos identificado mucho con Jones en cosas personales, experiencias y enseñanzas que compartimos con él y que el Señor nos enseñó tanto a él y como a nosotros, hemos podido proseguir hasta el final. Cosas tan sencillas como el gusto por la infusión de roibos o cosas tan profundas como las mutuas experiencias de rendición, en las cuales el Señor nos habló a ambos con casi idénticas palabras.
Estas fueron las palabras que escuchamos nosotros, cuando al rendirnos y desistir presentándole a Dios la dimisión, pensábamos que Él nos iba a pasar la mano por la espalda y a decirnos que no lo hiciéramos y que siguiéramos esforzándonos una vez más: “Ya era hora, ahora hazte a un lado y déjame hacer a Mí”. Eso marcó el final de nuestra naturaleza jacobina, de la obra de destrucción y tras ello las experiencias de sepultura y resurrección, que dieron paso a la obra de construcción en Cristo; es decir, el cruce del Jordán y la entrada a la Tierra Prometida, a su Reposo. Definitivamente, los relatos autobiográficos de Stephen con los que pudimos identificarnos en muchas cosas y las muchas enseñanzas compartidas en la misma escuela del Espíritu, nos confirmaron mucho en el Señor y nos alentaron a proseguir.
Al principio sentíamos que Stephen nos resistía un poquito; tal vez descontento o desconfiado de que un extraño ignorante del inglés fuera su replicante machacón, su eco en la web, y temeroso quizás de que se desprestigiaran o mal usaran su reputación o su obra.
Más adelante sentíamos que el Señor le estaba haciendo entender que esto venía de Él, porque ¿quién se tomaría el esfuerzo de tanto trabajo no remunerado solo por molestar, sino fuera por encargo de Dios? También pensábamos que él probablemente fuera entendiendo que el nivel espiritual, nuestro grado de comprensión y discernimiento espiritual, podía ser el adecuado para tal menester y que tal vez realmente hubiéramos sido comisionados por Dios, cosa que nosotros hemos tenido por cierta.
En lo personal, el Señor ha establecido, de manera no formal, una conjunción o coyuntura superior de nosotros con Stephen dentro del Cuerpo de Cristo; de momento sólo de forma unívoca; un canal establecido por Dios para nosotros al que debemos prestar mucha atención, sin que ocupe el lugar que únicamente le corresponde a Cristo como Cabeza; algo así como lo que hizo con otros destacados maestros bíblicos que nos instruyeron en largas etapas anteriores, como Watchman Nee, Witness Lee y los precursores de Tabernáculos (Warnock y otros).
Al mismo tiempo el Señor nos ha traído algunas coyunturas inferiores, personas con las que en los últimos siete años el Señor nos ha puesto en relación, para orientarles en algún grado. Podemos opinar, con el conocimiento de causa que nos da el haber leído toda su obra, que el hermano Stephen Jones tiene la fe sencilla de un niño, la sabiduría de la madurez y es manso y humilde; no es contencioso ni está tratando de captar adeptos para su propio reino. Apreciamos en él un peculiar manto del Señor a nivel mundial para el kairos que nos toca vivir; en fin, un referente a tener muy en cuenta.
Este periplo de tres años y medio nos ha trasladado a una nueva dimensión espiritual. Nuestros espíritus se han ensanchado y el poso dejado por esta extensa tarea ha sido abundante. Algunas cosas, en base a la repetición, ya se han hecho carne en nuestros corazones.
Hace como un año el Señor nos hizo entender que al acabar esta tarea sería el momento de retomar todo desde atrás, para releer, corregir, profundizar y acrecentar la enseñanza recibida. Y eso nos disponemos ha realizar en la próxima etapa, si Él lo permite. Queremos releer los principales libros que el Señor nos trajo en los últimos años, principalmente los de Stephen. Al hacerlo depuraremos las traducciones, haremos correcciones gramaticales y reeditaremos los PDF's y sus respectivos enlaces.
Intuimos que estamos cerrando un ciclo y a punto de entrar en la nueva etapa. Tal vez en este mismo año, simultaneando el proceso de re-lectura, junto con un tiempo para escribir lo que el Señor nos dé a nosotros; o tal vez tras la etapa de repaso, allá para el año 2020, cuando cumplamos los 30 años de vida en Cristo, la edad de comienzo del sacerdocio.
De aquí al 2020 pensamos que tal vez el Señor pronto nos permita iniciar nuestro próximo blog o web ministerial, del que ya tenemos el nombre, en el que sólo aparezcan cosas nuestras. Puede que sea el tiempo de entrar al matrimonio tipo Sara coincidiendo con nuestro séptimo aniversario; de dedicación plena al ministerio de ambos cónyuges, sin tener que realizar trabajo secular ninguno; probablemente de poder disponer de nuestro propio apartamento, ¡ahora sí no compartido!
También sería muy bueno entroncar con alguna de esas comunidades cristianas de las que Jones tiene en la mira, o ser guiados por el Señor a la comunión periódica con algunos creyentes, ¡después de casi siete años de aislamiento (salvo por los contactos en línea), fuera de toda organización, tenemos hambre de comunión! En fin, creemos que una nueva etapa se abre delante de nosotros.
Agradecemos y bendecimos al Padre por habernos guiado a conocer God's Kingdom Ministries y por habernos dado la gracia para hacer este trabajo. ¡A Él sea toda gloria!
Gracias por escucharnos, gracias por estar ahí. Gracias por sus oraciones.
¡Gracia y paz del Señor para todos!
¡Pásenlo bien!
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