Apocalipsis-Libro V-Cap. 9-10: ÁNGEL DE LA ESPERANZA APRESURADA Y ÁNGEL DE LA CLARIDAD DEL AMOR, Dr. Stephen Jones
Transcripción:
Capítulo 9
EL ÁNGEL DE LA ESPERANZA APRESURADA
Los Vencedores en Apocalipsis 14: 1-5 son los Santos del Altísimo a quienes se les dará el dominio cuando termine el tiempo del Cuerno Pequeño, como Dan. 7: 21-22 nos dice. En la Versión Concordante de Dan. 7: 18, leemos que su responsabilidad es “salvaguardar el Reino”. La transferencia de autoridad es solo el comienzo de su trabajo en el Reposo de mil años. Como con Josué, cuya comisión en Deut. 31: 23 le dio la autoridad legal para invadir Canaán, así también es con los Vencedores en su conquista para poner toda la Tierra bajo los pies de Cristo.
La principal diferencia entre la conquista de Canaán por Josué y la conquista de la Tierra por parte de los Vencedores, es que estas conquistas se realizan bajo dos pactos muy diferentes. La primera se hizo bajo el Antiguo Pacto con espadas físicas y guerra, mientras que la segunda se hará bajo el Nuevo Pacto con la Espada del Espíritu y con guerra espiritual.
El día que Moisés comisionó a Josué escribió un cántico (Deut. 31: 22) y luego lo cantó al pueblo en Deut. 32: 1-43. Este es el Cántico de Moisés mencionado en Apocalipsis 15: 3. El cántico trataba sobre la fidelidad de Dios, pero también sobre la corrupción y la insensatez de Israel. A los Vencedores se les da “un cántico nuevo” para cantar, basado en el Nuevo Pacto y presentando la promesa de liberación de Dios por el poder de su Palabra y Juramento.
Este Cántico del Cordero del Nuevo Pacto envía un mensaje a las naciones. Ap. 14: 6-7 dice:
6 Y vi otro ángel volar en medio del cielo, que tenía un evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo; 7 y dijo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio; y adorad a Aquel que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas.
El mensaje es el “evangelio eterno”, o literalmente, las “buenas nuevas eternas” (The Emphatic Diaglott). La palabra evangelio significa buenas noticias o “buenas nuevas”. La palabra aionian, aquí traducida como “perdurable por una edad”, indica que es el evangelio perteneciente a La Era que sigue. Debe entenderse que significa el Evangelio (o Buenas Nuevas) del Reino, que llega después de la larga dominación de los Imperios Bestiales. El mensaje es doble:
1. Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio.
2. Adorad a Aquel que hizo el Cielo y la Tierra y el Mar y las Fuentes de las Aguas.
El juicio en este caso no es el Gran Trono Blanco que se ve al final de los mil años en Apocalipsis 20: 5, 11. Es el juicio donde el Anciano de Días entrega el Reino a los Santos. La Versión Concordante usa el término Transferidor de Días, en lugar de Anciano de Días. Esto concuerda con el Gesenius Lexicon, que dice que la palabra hebrea attiyk (“Antiguo” o “Transmisor”) proviene de la raíz de la palabra athak, “mover, proceder, avanzar, pasar, convertirse, ser removido, transferido”.
Gesenius también nos dice que la palabra incluye la idea de avanzar en años e incluso significa “destetar” a un bebé (Isaías 28: 9) en el sentido de avanzar o transferir al niño del pecho al alimento sólido.
Por lo tanto, el “Anciano de Días” tiene un doble significado. Se refiere a Uno que es anciano o viejo (que tiene cabello blanco), pero su propósito es transferir el Mandato de Dominio de las Bestias a los Santos del Altísimo. Para mayor estudio, vea mi libro, Daniel, Profeta de las Edades, Libro 2, capítulo 4.
Para algunos, puede parecer extraño que este ángel proclame las buenas nuevas del juicio divino, porque la mayoría de las personas asocian el juicio de Dios con las malas noticias del tormento eterno. Pero este pasaje no nos proporciona tal imagen. El juicio es el decreto divino que falla contra la Bestia y a favor de los Santos del Altísimo. Juan da pocos detalles, pero Dan. 7: 11 nos dice,
11 Entonces seguí mirando a causa del sonido de las palabras jactanciosas que hablaba el cuerno; seguí buscando hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destruido y entregado al fuego abrasador.
El “fuego abrasador” es el que sale del mismo Trono, pues el profeta nos dice que “su trono ardía en llamas, sus ruedas eran un fuego abrasador. Un río de fuego corría y salía de delante de Él” (Daniel 7: 9-10). Un trono es un símbolo de la Ley, por el cual un monarca juzga al pueblo de acuerdo con la “ley de fuego” (Deut. 33: 2, KJV). Por lo tanto, cualquier decreto que emita el Juez se representa metafóricamente como un fuego que sale del Trono.
El propósito de este juicio no es destruir la Tierra sino salvarla. Destruir la Bestia pone fin a la opresión de su sistema. Destrona a los gobernantes del orden mundial actual que abusan de la Creación de Dios y esclavizan a la gente perpetuamente. Este juicio libera a los hombres poniéndolos bajo el gobierno de los Vencedores, cuyo carácter es consistente con el de Jesucristo y quienes gobiernan con amor.
Esta es la proclamación del Ángel de la Esperanza Acelerada (Apresurada) (según mi revelación personal), quien es enviado para informar al mundo de este decreto del Trono. El resultado se ve en Isaías 26: 9,
9 porque cuando la tierra experimenta tus juicios, los habitantes del mundo aprenden justicia.
El segundo mensaje que Juan atribuye a este ángel es el decreto de adorar al Creador. Él es identificado como el que creó todas las cosas para establecer su derecho a gobernar lo que Él ha creado. En otras palabras, invoca la Ley de Propiedad, o de los Derechos del Creador.
El mensaje de este ángel proviene principalmente del Salmo 67, que es un Salmo de Tabernáculos, que celebra el momento en que la Tierra se libera de sus amos para servir al Creador que los ama. El salmista anhela la transfiguración, como la representó Moisés cuando su rostro resplandeció con luz (Éxodo 34: 30-35). El Salmo 67 dice,
1 Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, y haga resplandecer su rostro sobre nosotros—Selah— 2 para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación.
Esta luz no brilla desde el Cielo como un foco en una representación teatral. Es una luz que resplandece desde nosotros, como con Moisés en Éxodo 34: 35, “la piel del rostro de Moisés resplandecía”. Esta es una promesa y una profecía de transfiguración, y es el resultado de la bendición y la gracia de Dios. El propósito de esta transfiguración es para “que tu camino sea conocido en la tierra” y “tu salvación (Yahshua) entre todas las naciones”. El salmista continúa,
3 Que los pueblos te alaben, oh Dios; que todos los pueblos te alaben. 4 Alégrense las naciones y canten de júbilo; porque tú juzgarás a los pueblos con rectitud, y guiarás a las naciones sobre la tierra.
El salmista profetiza aquí que los juicios de Dios en la Tierra harán que las naciones “canten de júbilo”. Llegará el día en que los tiranos de la Tierra ya no podrán gobernar con injusticia e inequidad. El gobierno de Jesucristo (con los Vencedores) en la manifestación de su Reino alegrará a las naciones.
Este es el evangelio, la “buena noticia” del Reino que este ángel proclama en los cielos y que los Vencedores proclaman en la Tierra. Y esta es la razón por la cual todos los hombres deben adorarlo. Deben adorarlo por amor, no porque se vean obligados a hacerlo en contra de su voluntad mediante amenazas de muerte o tortura. El salmista termina con el clímax en el Salmo 67: 7,
7 Dios nos bendiga, para que le teman todos los confines de la tierra.
La bendición de la transfiguración a la imagen plena de Cristo no es simplemente para bendecir a los Vencedores, sino para extender esa bendición a todas las familias de la Tierra. El llamamiento abrahámico fue dado a mayordomos que dispensarían la bendición de Dios a todas las naciones y no las acumularían para sí mismos o para unos pocos.
Este es el mensaje angelical en Apocalipsis 14: 7. Es el Evangelio del Reino que debe ser predicado a todas las naciones antes de que llegue el fin. En Mat. 24: 14 Jesús dice:
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a las naciones; y entonces vendrá el fin.
He escuchado muchos sermones en el pasado, diciéndonos que solo unos pocos creerán este mensaje. Hacen hincapié en "para testimonio", explicando que Jesús no dice nada acerca de esas naciones que realmente creen en el evangelio que se predica. Hasta ahora, esta explicación parece tener validez, porque pocos han creído en este evangelio durante el tiempo del dominio de las Bestias. Además, el evangelio que generalmente se predica tiene una comprensión muy limitada y se basa en gran medida en el Antiguo Pacto.
El evangelio que se ha predicado se ha basado en gran medida en el temor, en lugar de la fe: “Sálvate o arde en el infierno”, dicen. No es de extrañar que tan pocos hayan creído. Tales predicadores son muy parecidos a los discípulos que estuvieron pescando toda la noche por el lado izquierdo de la barca en Juan 21. Por la mañana, Jesús los llamó y les dijo “echad la red a la derecha de la barca” (Juan 21: 6). El lado izquierdo significa juicio; el lado derecho significa misericordia.
Esta fue la última lección de Jesús sobre cómo llegar a ser “pescadores de hombres” (Mat. 4: 19). Pescar en el lado izquierdo de la barca se basa en el juicio divino, que es el resultado inevitable del método del Antiguo Pacto de salvación basado en el miedo. La pesca del lado derecho del barco se basa en la misericordia de Dios. Debido a que se basa en el juramento y la promesa de Dios, en lugar de los votos y las buenas intenciones de los hombres, son verdaderamente “buenas noticias” y “buenas nuevas”. En rigor, el evangelio del Antiguo Pacto es, al final, un mensaje de malas noticias y no se ajusta a la definición literal de evangelio.
El Ángel de la Esperanza Apresurada, sin embargo, proclama las buenas nuevas del Reino, y los Vencedores ponen el doble testimonio en la Tierra, que concuerda con el mensaje celestial.
Capítulo 10
EL ÁNGEL DE LA ABUNDANTE CLARIDAD DEL AMOR
Apocalipsis 14: 8 nos dice que “otro ángel” anuncia la caída de Babilonia.
8 Y otro ángel, el segundo, siguió, diciendo: Caída, caída es Babilonia la grande, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión de su fornicación.
Al orar por esto hace algunos años, el Padre dijo que se trata del Ángel de la Abundante Claridad del Amor. Al principio, pensé que esto era extraño, pero luego me di cuenta de que es el amor de Dios el que debe derrocar a Misterio Babilonia. Babilonia se alimenta del miedo y prospera con el odio. Mientras se generen miedo y odio, Babilonia permanecerá espiritualmente fuerte. No se puede derrocar a Babilonia odiando o maltratando a los babilonios, incluso si esos babilonios tienden a maltratar o matar a los Vencedores.
El amor es más fuerte que el miedo o el odio, pero hay que aclararlo, porque sólo unos pocos entienden realmente el amor de Dios. Hay tres niveles de amor: eros, phileo y ágape, y la mayoría de la gente entiende solo los primeros dos niveles de amor (atracción física y amor fraternal). El nivel más alto es el que Dios ha demostrado. Es descrito por el Apóstol Pablo en Rom. 5: 7-10,
7 Porque difícilmente morirá alguno por un justo; aunque quizás por el buen hombre alguien se atrevería hasta a morir. 8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados por su sangre, por Él seremos salvos de la ira de Dios. 10 Porque, si siendo aún enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Los babilonios no entienden el amor de Dios. Solo saben amar a uno de su propia familia, tribu o nación. Para la mayoría de la gente es una virtud odiar a sus “enemigos”. Ciertamente, esa ha sido la visión patriótica desde el principio de los tiempos. Después de todo, dicen, tales "enemigos" no merecen ser amados. Y así el ciclo de violencia es perpetuado por aquellos cuya comprensión del amor se limita a eros o phileo.
Tenga en cuenta que existe una diferencia entre Babilonia como sistema y los babilonios como ciudadanos de ese sistema. El sistema será destruido; el pueblo se salvará, porque el hecho de la reconciliación divina ya se ha establecido en la cruz, como nos dice Pablo, aunque el tiempo de su salvación sea todavía futuro.
Aquellos creyentes a quienes se les ha enseñado que la mayoría de la humanidad se perderá, normalmente encuentran difícil o imposible creer que sus “enemigos” babilónicos son redimibles. Cuando no ven a los “impíos” como futuros creyentes, tienden a tratarlos como “enemigos” que solo merecen la muerte y la destrucción. Pero aquellos que verdaderamente entienden el amor de Dios pueden ver el rostro de Cristo en el peor de los pecadores, así como Jacob, después de que su nombre fuera cambiado a Israel, pudo ver el rostro de Dios en su malvado hermano Esaú (Gén. 33: 10).
Cuando se descubra la maldad de Misterio Babilonia (como se describe en Apocalipsis 18: 24), muchas personas se enojarán y desearán vengarse de los partidarios y gobernantes de esta "ciudad". Creo que es por eso que el Ángel de la Abundante Claridad del Amor fue destinado a anunciar la caída de Babilonia. Se necesitará mucho amor, y el amor de Dios debe ser aclarado abundantemente en ese día. El amor no niega la justicia, pero la misericordia tiene una posición más alta (o por encima) que la justicia, como leemos en Santiago 2: 13. Discutí esto en mi libro, Santiago a las Doce Tribus, capítulo 11.
Por lo tanto, mi revelación personal me hace comprender que un ángel de “Esperanza” impulsa el Evangelio del Reino, mientras que un ángel de “Amor” anuncia la caída de Babilonia. Estos son dos de los tres grandes atributos que Pablo enumera en 1ª Cor. 13: 13,
13 Pero ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; Pero el mayor de ellos es el amor.
Observando la Caída de Babilonia
En Apocalipsis 14: 8 por primera vez Juan menciona Babilonia por su nombre. Está en el contexto de su caída, no en el de su ascenso al poder. También sugiere que Babilonia permanece oculta y en gran parte desconocida antes de su caída, de ahí el "misterio". Juan estaba citando de Isaías 21: 9,
9 … y uno respondió y dijo: Caída, caída es Babilonia; y todas las imágenes de sus dioses se hacen añicos en la tierra.
Los juicios de Dios están dirigidos contra los dioses falsos y los gobiernos opresores, junto con los sistemas legales y económicos de la Tierra. Babilonia caerá por el evangelio que los Vencedores manifestados predicarán al mundo por el poder del amor.
Proveyendo el contexto de este anuncio está la profecía en el resto de Isaías 21. Extrañamente, este anuncio no viene en el “oráculo acerca de Babilonia” de Isaías (Isaías 13: 1). En cambio, viene ocho capítulos más adelante en “la profecía sobre el desierto del mar” (Isaías 21: 1). Para obtener el cuadro completo, por supuesto, uno debe estudiar ambos capítulos, junto con todas las profecías de los otros profetas.
Isaías 13: 17 dice: “He aquí, voy a incitar a los medos contra ellos”. Anteriormente, Dios habla de reunir a su propio ejército, que es enviado para derrocar Babilonia, diciendo en Isaías 13: 3,
3 He mandado a mis consagrados, he llamado a mis valientes guerreros, a mis alborozados con orgullo, para ejecutar mi ira.
El siguiente versículo dice: “Yahweh de los ejércitos alista ejércitos para la batalla” (Isaías 13: 4). Por lo tanto, llama al ejército de los medos “Mis valientes guerreros” que son llamados “para ejecutar mi ira”. El resultado se ve en Isaías 13: 19-20,
19 Y Babilonia, la hermosura de los reinos, la gloria de la soberbia de los caldeos, será como cuando Dios destruyó Sodoma y Gomorra. 20 Nunca será poblada ni habitada de generación en generación, ni el árabe plantará allí su tienda, ni los pastores harán descansar allí sus rebaños.
La antigua ciudad de Babilonia hoy está deshabitada. Los lugareños ni siquiera acampan allí por la noche, ya que se cree que está embrujada. La Babilonia del tiempo del fin ya no es una sola ciudad, sino un Sistema Mundial, y cuando este sistema caiga, perderá a todos sus ciudadanos. El Espíritu Santo será derramado y los babilonios de todas partes se arrepentirán. Emigrarán de Babilonia al Reino de Dios.
Aquí es donde es importante entender el propósito amoroso de este segundo ángel, porque es por la abundante claridad del amor que Babilonia “nunca será poblada ni habitada de generación en generación”. No significa que todos los babilonios serán asesinados, como algunos han enseñado. Significa que todos declararán lealtad al Heredero legítimo de todas las cosas, porque Isaías 45: 23 nos dice:
23 Por Mí mismo he jurado, de mi boca ha salido palabra en justicia y no será revocada, que a Mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad.
Este es el voto personal de Dios cuando Él jura por Sí mismo, y por lo tanto describe el Nuevo Pacto. Esto no es una mera ilusión, ni su éxito depende de la voluntad del hombre. Dios ha tomado la responsabilidad sobre Sí mismo de convertir cada corazón y de doblegar la voluntad de cada hombre para que al final se conformen a la Suya.
Con esto en mente, podemos leer Isaías 21 y ver el contexto en el que el profeta dice en el versículo 9: “caída, caída es Babilonia”. Anteriormente, en el versículo 2 leemos: “Sube, Elam, y sitia Media; he puesto fin a todos los gemidos que ella (Babilonia) ha causado”. Así que aquí nuevamente se le ordena a Media (es decir, “a los medos”) poner sitio a Babilonia.
Luego, el profeta describe la llegada de refugiados de Babilonia, evidencia de su caída. Isaías 21: 6-7 dice:
6 Porque así me dice el Señor: “Ve, pon centinela [o “atalaya”], que informe lo que vea. 7 Cuando vea jinetes, jinetes de dos en dos, recuas de asnos, recuas de camellos, preste mucha atención, mucha atención.
Tal vez al vigilante se le instruya que "preste mucha atención, mucha atención" porque la mayoría de los vigilantes de hoy han perdido el significado de esta caravana de camellos (incrédulos) y caravana de asnos (pentecostales). Tal vez podríamos parafrasear esto para que signifique: "Cuando los vigilantes vean un gran problema de refugiados, que presten mucha atención, porque muchos podrían pasar por alto el hecho de que es una señal de la caída de Babilonia".
En los últimos años, el mundo ha visto un gran problema de refugiados, causado por el plan babilónico para derrocar a muchos gobiernos. Este plan ha causado caos y anarquía, y muchos han huido a países occidentales en busca de refugio. Es irónico que huyan a las mismas naciones que han causado el caos en sus propios países. Al final, los gobernantes babilónicos no se dan cuenta de que han establecido la misma señal de colapso que profetizó Isaías. Isaías 21: 8-9 continúa,
8 Entonces el vigía gritó: “Oh Señor, yo estoy continuamente de día en la atalaya, y estoy estacionado cada noche en mi puesto de guardia. 9 Y he aquí, aquí viene una tropa de jinetes, jinetes de a dos. Y respondiendo uno, dijo: Caída, caída es Babilonia; y todas las imágenes de sus dioses se hacen añicos por tierra.
Juan nos dice en Apocalipsis 14: 8 que el que responde al centinela es un ángel. Lo identifico como el Ángel de la Abundante Claridad del Amor. Es el ángel que da una visión clara al vigía mientras se esfuerza por ver lo que viene y presta mucha atención para entender lo que ve. Juan habla de Babilonia como “la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión de su inmoralidad” (Ap. 14: 8). Pero Isaías 21: 10 dice:
10 ¡Oh mi pueblo trillado, y mis afligidos de la era! Lo que he oído del Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, os lo hago saber.
Una era es el lugar donde los hombres trillan el trigo para quitarle la paja y dejarlo apto para comer. La palabra latina para “trillo” es tribulum, de donde derivamos la palabra tribulación. En lenguaje metafórico hebreo, una era era un lugar de tribulación. Así que cuando Isaías dice que el pueblo ha sido “trillado” en la “siega”, se estaba refiriendo al cautiverio babilónico que (en su época) aún no había comenzado.
Isaías vivió para ver a los asirios poner en cautiverio a la casa de Israel, pero no nos dice que Asiria ha caído. En cambio, se refiere al cautiverio de Babilonia, porque esto se relacionaría mejor con las profecías de Daniel con respecto a Babilonia y los Sistemas Bestias en general.
Cuando vinculamos las dos profecías de Isaías y Juan, vemos que el cautiverio babilónico trilló al pueblo obligándolo a “beber el vino de la pasión de su fornicación”. En otras palabras, se representaba a Babilonia como una ramera, una “mujer” espiritualmente sin Ley que pretendía ser la Novia de Cristo. Ella es una ramera porque la única forma de ser parte de la verdadera Novia de Cristo es a través del contrato de matrimonio del Nuevo Pacto. Pero Cristo no tiene intención de casarse con Babilonia.
Uno debe ser parte de la Nueva Jerusalén para casarse con Cristo (Ap. 21: 2), porque ella es la verdadera Novia de Cristo. Esta ciudad-novia está representada en Gál. 4: 26 como “Sara”, la madre de los que son llamados herederos de las promesas de Dios. Aquellos que reclaman la Vieja Jerusalén como su madre espiritual son hijos de la carne y finalmente deberán ser expulsados (Gál. 4: 30).
Los hijos de la Agar espiritual son gente del Antiguo Pacto, que se rige por el miedo. Los hijos de la Sara espiritual son del Nuevo Pacto, que se rige por el amor.
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