Esta mañana, mientras me duchaba, me vino a la cabeza que el arreglo del plato de la ducha, que acabábamos de realizar hace unos días, podía ser una señal profética del cruce del Jordán. Permítanme explicarme.
Debido a una filtración que estaba afectando a nuestra vecina de abajo, tuvimos que dar parte al seguro. Ya sabe como funcionan los seguros, se retrasan en venir a inspeccionar, en aprobar los arreglos y en la coordinación de gremios y ejecución de las obras. En este caso, los diversos retrasos que padecimos parece que fueron providenciales, para que la ducha estuviera lista justo para poder usarse el día de ayer, viernes de Pascua, curiosamente el mismo día en que ocurrió la Señal del cisne, que les compartimos ayer...
[Para no hacerles la cosa larga dejo el resto de los detalles de la historia abajo, y así el que quiera se los puede ahorrar]
El miércoles vino el montador y dejó todo listo, pero nos dijo que no utilizáramos la ducha hasta pasadas al menos 24 horas.
¡Esto nos llevó hasta ayer, viernes de Pascua, donde la ducha pudo volver a fluir tras haber estado detenida 11 días!
Retrasos, inconvenientes y abstenerse de meter la mano y dejarlo todo en las Suyas; así el Jordán volvió a fluir tras haber estado detenido hasta la hora undécima, en que los jornaleros han de ser llamados a la obra.
[Relato pormenorizado:
... Dimos parte al seguro a principios de febrero. Mandaron a un fontanero quien dio un presupuesto exorbitado. El fontanero volvió a llamar transcurridos unos 10 días para decirnos que el seguro no admitió el presupuesto. Esperamos la llamada del seguro, que se retrasó bastante, por lo que yo les llamé y me dijeron que la avería no la cubría el seguro. Unos días después, cuando yo ya estaba realizando las gestiones para realizar las obras de reparación por mi cuenta, llamó el perito del seguro, para quedar conmigo y pasar a ver la ducha. En la fecha convenida pasó la perita y sin decirnos nada se fue. Bastantes días después la empresa contratada por el seguro llamo diciendo que un albañil iba a pasar a ver la obra. El albañil vino días después y evaluó el asunto y nos dijo que ya nos llamarían. Tardaron en hacerlo y fue para decirnos que pasaría un fontanero para evaluar de nuevo. En fin, que yo tuve que aguantarme tentado varias veces de llamar, para no volver a meter la pata y abortar el asunto.
Llegó el martes de la semana pasada y pasó un desmontador de mamparas. El miércoles vino el fontanero para desmontar el plato viejo y picar y el jueves regresó para instalar el plato. El viernes en la mañana llamó el albañil que debía encargarse del reponer el enchapado de azulejos que el fontanero tuvo que romper, para decirnos que no encontraba los azulejos iguales y quedamos que viniera a verlos. Vino y se marchó, con lo que la ducha parecía que no estaría disponible para este pasado martes, como estaba previsto. Nos llamó la encargada de las obras y nos negamos a aceptar azulejos que no fueran como los que teníamos y le dijimos que los localizara en otros almacenes.
El lunes en la mañana, cuando ya esperábamos que nadie regresara, llamó el albañil para decirnos que había localizado azulejos como los que teníamos y que llegaría a media mañana para hacer su trabajo, lo cual dejó terminado, pero como el cemento debería secar antes de que el montador recolocara la mampara, deberíamos esperar hasta el miércoles.
El miércoles vino el montador y dejó todo listo, pero nos dijo que no usáramos la ducha hasta pasadas al menos 24 horas]
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